Empresa inteligente emocionalmente

Mejor trabajo en equipo

Las personas que son más inteligentes emocionalmente son mejores para comunicarse que otras. Están abiertos a compartir sus ideas y también a escuchar las ideas de otras personas. Del mismo modo, es menos probable que tomen el control total, ya que también pueden pensar en los demás.

Los empleados emocionalmente inteligentes valoran los aportes y las ideas de sus compañeros de trabajo y es más probable que también confíen en ellos. Cuando tienen que trabajar en equipo, son considerados, reflexivos y respetuosos, lo cual es ideal para cualquier empleado.

Esta demostrado por estudios muy diversos y desde perspectivas muy diferentes como las salud mental esta relacionada con aspectos como la productividad, la creatividad, la innovación, la eficiencia en la empresa, en el sentido de que organizaciones que presentan niveles más alto de salud mental entre sus trabajadores, están en disposición de alcanzar niveles mas altos en todos esos ámbitos, con los que se le relacionan, así como por el contrario, compañías que presentan personas con niveles inapropiados mentales, tiene menos oportunidades como organización de conseguir sus objetivos, sean los que fueren en cuanto a productividad, creatividad, desempeño o cualquier otro. 

Mejor ambiente laboral

Una fuerza laboral compuesta por empleados emocionalmente inteligentes ayuda a reducir el estrés y eleva la moral en el lugar de trabajo. La cultura de la empresa también tiende a ser mucho más fuerte cuando la oficina está llena de personal que se respeta y se lleva bien entre sí. Además, la oficina se convierte en un espacio donde las personas disfrutan de lo que hacen y disfrutan de la compañía de las personas con las que trabajan.

Mayor adaptabilidad a los cambios

Las empresas nunca deben quedarse estancadas. Es más probable que una empresa experimente cambios cuando sus empleados se centran en formas de mejorar tanto a ellos mismos como a la empresa. Aunque los empleados generalmente saben que los cambios dentro de una organización son lo mejor para la empresa, eso no significa que todos estén abiertos a ello.

Sin embargo, a los empleados con mayor inteligencia emocional les resulta más fácil adaptarse y tienden a aceptar el cambio y crecer con la empresa. Este rasgo de personalidad también tiende a ser contagioso, por lo que tiene un efecto positivo en otros empleados.

Potenciar fortalezas y minimizar debilidades

Los gerentes están acostumbrados a tratar con personas que se ponen a la defensiva cuando reciben comentarios constructivos, lo que puede generar frustración e impedir la productividad. Otras veces, a los empleados les cuesta entender sus limitaciones.

Las personas con alta inteligencia emocional son conscientes de sí mismas y, por lo tanto, saben lo que son capaces de lograr en un cierto período de tiempo, mientras que otras tienden a prometer demasiado y cumplir de manera insuficiente.

Mayor autocontrol

Las personas emocionalmente inteligentes saben cómo manejar situaciones difíciles. Ya sea que se trate de un superior al que no le gusta la calidad de su trabajo o de un cliente que no está satisfecho, es probable que haya situaciones en el trabajo que no sean fáciles de manejar. En estas situaciones, es importante mantener la calma y evitar un arrebato emocional.

Las personas con inteligencia emocional saben que actuar de manera irracional o negativa solo hará que la situación se intensifique. Pueden practicar la moderación y mostrar sus emociones de manera controlada solo cuando sea necesario.