Diferenciación
Saca ventaja competitiva
Ser una empresa emocionalmente inteligente es por tanto, una gran ventaja competitiva en el mercado, puesto que sus trabajadores tendrán un mejor desempeño porque se sentirán felices en su lugar de trabajo. ¿Quién no desea estar en un lugar donde se sienta agusto de ir?
Las emociones nos mueven como humanos que somos, y por ende; también son el empuje de las compañías, porque estas están constituidas por personas que tienen una visión y misión en común, que confían en sus habilidades individuales, y en sus competencias personales, sociales y profesionales.
Además de ello, no se dejan caer de brazos ante los retos o errores, sino que son personas resilientes que desean tener otra oportunidad para afrontar nuevos retos, saben crear comunicación con cualquier persona y conectan con sus estados de ánimo, lo que les brinda una mayor comprensión social.